Los informes de los medios cubanos independientes sugieren que el Papa Francisco puede haber jugado un papel importante al influir en los recientes cambios del presidente Joe Biden al estatus de Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
El 14 de enero, Biden anunció la eliminación de Cuba de la lista, revirtiendo una decisión tomada apenas un mes antes cuando se reafirmó la designación, según una traducción del Havana Times de un artículo de opinión de El Toque.
El Toque informó que a principios de enero, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, se comunicó con el Papa Francisco para comunicarle su “decisión de conceder la libertad a 553 personas condenadas por diversos delitos”.
“En Washington”, tradujo Havana Times, “se afirma que la decisión del presidente Biden se tomó después de conocer este mensaje del Partido Comunista a través del Papa Francisco”.
Según El Toque, el reciente cambio de política de Biden se debió a su comunicación con el Papa, sorprendiendo incluso al secretario de Estado, Antony Blinken, quien había asegurado a los legisladores que no se esperaban cambios antes de que terminara el mandato de Biden.
Al explicar las posibles implicaciones de esta decisión, Havana Times tradujo la observación de El Toque.
“La reacción en cadena que desencadenó la carta de Díaz-Canel al papa Francisco a principios de enero parece una coincidencia, considerando que la decisión de Biden puede revertirse en menos de una semana una vez que Trump asuma el cargo”, tradujo Havana Times. “Sin embargo, la realidad política sugiere que el régimen cubano ha ganado tiempo, un recurso del que carecía hasta ahora”.
Las negociaciones entre Cuba y Estados Unidos han enfrentado obstáculos durante los últimos cuatro años, con Biden insistiendo en la liberación de los presos políticos antes de aliviar las sanciones y el gobierno cubano resistiéndose a estas demandas.
Los funcionarios estadounidenses presentaron listas de prisioneros de alto perfil detenidos por el gobierno cubano, reconociendo que no todos podrían ser liberados. Según El Toque, si Trump reincorpora a Cuba a la lista de patrocinadores del terrorismo o impone sanciones al país comunista, Cuba podría optar por excluir a los presos políticos de los liberados, manteniéndolos efectivamente como “rehenes” y, por lo tanto, manteniendo una importante influencia política sobre la nueva administración.
Junto a este anuncio, Biden extendió la exención que suspende el Título III de la Ley Helms-Burton, que permite a los ciudadanos estadounidenses presentar demandas contra empresas extranjeras que utilicen propiedades en Cuba que fueron confiscadas por el gobierno cubano después de la revolución de 1959.
Biden también revocó una lista que prohibía a ciertas entidades cubanas realizar negocios con Estados Unidos, una medida establecida durante la administración Trump.