El Papa Francisco se reunió con 7.000 niños de todo el mundo en el Salón Papa Pablo VI el lunes, recordándoles los regalos únicos que ofrecen los niños.
Organizado por el Dicasterio para la Cultura y la Educación, el Vaticano recibió a niños de todo el mundo durante un evento titulado “Aprendamos de los niños y las niñas”.
En su intervención afirmó que los adultos pueden aprender de la disposición sencilla y alegre de los niños.
“Necesitamos aprender de ustedes”, dijo a los niños presentes. “Siempre me alegro cuando les conozco porque cada vez me enseñan algo nuevo”.
Durante el encuentro, algunos niños se sentaron a los pies de la silla del Papa Francisco y hablaron con él.
El Papa señaló que a través de la alegría y el amor a la vida de los niños se puede reconocer la belleza y el don de la vida y llamó a los niños a ser testigos de esta realidad.
“¡La vida es un regalo! ¡Dios nos ama! Todos somos hermanos y hermanas”, afirmó.
El Papa Francisco también enfatizó la importancia de la vida familiar y de crear un hogar donde los niños se sientan amados y reconocidos. Al dirigirse a los familiares y cuidadores de los niños, el Papa Francisco les pidió crear hogares cálidos y acogedores.
Durante el encuentro, el Papa abordó la guerra y el medio ambiente pensando en los niños. Preguntó por qué los países a menudo no protegen a los niños en tiempos de guerra.
El Papa Francisco expresó su pesar por no poder reunirse con cada niño individualmente, pero les recordó que tendrían su bendición y que estaba agradecido por la oportunidad de hablar con ellos.
“Me gustaría poder darles la bienvenida a todos ustedes uno por uno”, dijo. “Como sois tantos, me dirijo a todos juntos, y a través de vosotros, a todos los niños y niñas del mundo entero, para llevaros el abrazo de Dios, el abrazo de la Iglesia y el abrazo de toda buena persona, con mi abrazo”.