El Papa León XIV en su primer discurso a los medios de comunicación pidió hoy la liberación de los periodistas encarcelados por informar sobre la verdad e instó a que los esfuerzos de comunicación deben basarse en la búsqueda de la paz.
A su llegada al Aula Pablo VI, la congregación se puso de pie y aplaudió durante un largo rato al recién elegido Santo Padre. Al hablar, comenzó con un chiste en inglés, haciendo referencia a las ovaciones constantes.
¡Buongiorno! Buenos días —dijo—, ¡y gracias por esta maravillosa recepción! Dicen que aplaudir al principio no importa mucho. Si al final siguen despiertos y aún quieren aplaudir, ¡muchísimas gracias!
Después de que se calmaron las risas, pronunció su discurso completo en italiano, agradeciendo a los medios de comunicación por su trabajo en los últimos días, que describió como “verdaderamente un tiempo de gracia para la Iglesia”.
Recordó que una de las ocho bienaventuranzas dadas por Jesús en el Sermón de la Montaña es “Bienaventurados los que trabajan por la paz”.
“Esta”, dijo el Papa León XIV, “es una bienaventuranza que nos interpela a todos, pero es particularmente relevante para ustedes, llamando a cada uno de ustedes a esforzarse por un tipo de comunicación diferente, una que no busque el consenso a toda costa, que no use palabras agresivas, que no siga la cultura de la competencia y que nunca separe la búsqueda de la verdad del amor con el que humildemente debemos buscarla”.
“La paz empieza con cada uno de nosotros: en la manera en que miramos, escuchamos y hablamos de los demás”, continuó. “En este sentido, la forma en que nos comunicamos es fundamental: debemos decir ‘no’ a la guerra de palabras e imágenes, debemos rechazar el paradigma de la guerra”.
Luego se centró en un grupo particular de periodistas que no estaban en la sala: aquellos que actualmente se encuentran en cárceles de todo el mundo y enfrentan castigos por sus informes veraces.
El Papa León XIV dijo que “reitera la solidaridad de la Iglesia con los periodistas que están encarcelados por buscar e informar la verdad, al tiempo que pide su liberación”.
“La Iglesia reconoce a estos testigos —pienso en quienes informan sobre la guerra incluso a costa de sus vidas—, la valentía de quienes defienden la dignidad, la justicia y el derecho de las personas a estar informadas, porque solo las personas informadas pueden tomar decisiones libres”, dijo. “El sufrimiento de estos periodistas encarcelados interpela la conciencia de las naciones y de la comunidad internacional, y nos llama a todos a salvaguardar el preciado don de la libertad de expresión y de prensa”.
Agradeció a los medios de comunicación que han estado informando en Roma sobre la Semana Santa, la muerte del Papa Francisco el Lunes de Pascua y luego el cónclave, que señaló fueron días intensos de trabajo.
“Sin embargo, también en esta ocasión, habéis sabido narrar la belleza del amor de Cristo que nos une y nos hace un solo pueblo, guiado por el Buen Pastor”, afirmó.
Subrayando que “vivimos tiempos difíciles de recorrer y de contar”, el Papa León XIV animó a todas las personas a no dar la espalda, sino a afrontar las dificultades y “nunca ceder a la mediocridad”.
“La Iglesia debe afrontar los desafíos de los tiempos”, continuó. “Del mismo modo, la comunicación y el periodismo no existen al margen del tiempo y la historia. San Agustín lo recuerda cuando dijo: “Vivamos bien, y los tiempos serán buenos. Nosotros somos los tiempos” (Discurso 311).
Agradeció a los medios de comunicación por sus esfuerzos para ir más allá de interpretar la vida de la Iglesia a través de estereotipos y clichés, y por haber “capturado la esencia de quienes somos y la transmitido a todo el mundo”.
El Papa también habló brevemente sobre la inteligencia artificial y el uso problemático de la ideología en la comunicación. Comparó «la confusión de lenguas sin amor, a menudo ideológicas o partidistas» con la Torre de Babel, construida en Génesis 11 para que el pueblo se hiciera famoso. Ante su arrogancia, Dios hizo que todos hablaran lenguas diferentes para que no se entendieran. La construcción de la torre se detuvo y el pueblo se dispersó.
El Papa León XIV afirmó que los medios de comunicación deben priorizar la comunicación que saque a la gente de la “Torre de Babel” experimentada a través del lenguaje ideológico o partidista; en consecuencia, dijo, es esencial el modo como se utilizan los medios.
“Como sabéis, la comunicación no es sólo transmisión de información”, afirmó, “sino también creación de una cultura, de entornos humanos y digitales que se conviertan en espacios de diálogo y discusión”.
Esta misión es cada vez más importante en medio de desarrollos tecnológicos como la inteligencia artificial, “con su inmenso potencial, que sin embargo requiere responsabilidad y discernimiento para garantizar que pueda ser utilizada para el bien de todos, de modo que pueda beneficiar a toda la humanidad”, dijo, añadiendo que todas las personas tienen alguna parte de esta responsabilidad.
“Queridos amigos, nos conoceremos mejor con el tiempo”, dijo, señalando que hemos vivido juntos días especiales recientes y los hemos compartido a través de las redes sociales, la televisión, la radio e internet. “Espero sinceramente que cada uno de nosotros pueda decir que estos días nos han desvelado un poco del misterio de nuestra humanidad y nos han dejado un deseo de amor y paz”.
En su conclusión, reiteró el mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de enero, en el que el difunto pontífice había pedido “desarmar” la comunicación de todo prejuicio y resentimiento.
“No necesitamos una comunicación ruidosa y contundente, sino una comunicación capaz de escuchar y recoger las voces de los débiles que no tienen voz”, dijo el Papa León XIV al reflexionar sobre el mensaje del Papa Francisco. “Desarmemos las palabras y ayudaremos a desarmar el mundo. Una comunicación desarmada y desarmante nos permite compartir una visión diferente del mundo y actuar de manera coherente con nuestra dignidad humana”.
Están a la vanguardia informando sobre conflictos y aspiraciones de paz, sobre situaciones de injusticia y pobreza, y sobre el trabajo silencioso de tantas personas que luchan por un mundo mejor. Por eso, les pido que elijan consciente y valientemente el camino de la comunicación a favor de la paz.