En esta reflexión, el Padre Eduardo Hayen Cuarón enfatiza las diferencias entre algunas variantes de la Iglesia Católica aunque todas provienen del Espíritu Santo. Y no, no avala los trances protestantes.
Por: P. Eduardo Hayen Cuarón
Fue lo ocurrido en Pentecostés, y es un auténtico milagro para comunicar el Evangelio. Este milagro ocurrió en la vida de san Pacomio, san Norberto, san Antonio de Padua, san Vicente Ferrer, san Bernardino de Siena y san Francisco Javier, entre otros.
Cuando una persona habla un idioma ininteligible ante quienes están presentes. Hay alguien que interpreta, sea porque conoce el idioma o por un don especial. El mensaje es para edificar la Iglesia, y está sometido al orden de la Iglesia. No debe haber varias personas profetizando en lenguas al mismo tiempo.
Es también llamado “canto de júbilo”. Se expresa por sonidos ininteligibles que no se pueden poner en palabras. No se trata de un verdadero milagro. Lo pueden ejercer varias personas al mismo tiempo. Es una forma de orar bajo el influjo del Espíritu Santo pero también bajo el dominio de la voluntad de la persona, quien puede controlar el momento y la manera de hacerlo, ya sea en voz alta o en silencio para no distraer. El intelecto queda absorbido por la adoración. No despreciemos los dones que el Espíritu Santo pueda conceder en la Iglesia, y nunca nos jactemos de ellos, ya que el orgullo nunca viene del Cielo. La caridad siempre será el don supremo del Paráclito en nuestros corazones.
¡Feliz inicio de Pentecostés!