El Sínodo sobre Sinodalidad de 2023 no es más que una reunión ambigua de funcionarios de la iglesia y laicos para discutir temas no urgentes en la Iglesia, según un investigador principal del Centro de Ética y Políticas Públicas.
Francis Maier, investigador principal de estudios católicos en el grupo de expertos de Washington, DC, dijo en un artículo de opinión en el Wall Street Journal que se supone que el Sínodo es “una conversación con el Papa” sobre cuestiones importantes que la Iglesia enfrenta actualmente.
“El problema es que la sinodalidad no es la cuestión más urgente que enfrenta el mundo católico; es un concepto teológico ambiguo que, al final, significará lo que el Papa quiera que signifique”, escribió.
“Y ese es probablemente el punto”, continuó. “El Papa Francisco tiene prioridades muy diferentes a las de sus predecesores y tiene la intención de perseguirlas, solidificando su lugar como el pontífice romano más autoritario en décadas”.
Maier escribió que “el Papa tiene la capacidad de guiar la discusión hacia los resultados que desea, y las reuniones invariablemente presentan cierto grado de maniobras políticas y manipulación de la agenda”.
Como informó CatholicVote , los sínodos no tienen poder legislativo, sino que están destinados a tener un propósito consultivo. Sin embargo, gran parte del sínodo, incluidos sus participantes y los temas de discusión, están fuertemente controlados por el Papa.
Maier dijo que un ejemplo de “manipulación de la agenda” incluye la repentina introducción de la palabra “sinodalidad” en el Sínodo de los Jóvenes de 2018 . Según Maier, “se introdujo de contrabando en la agenda demasiado tarde para cualquier discusión real”.
“Hasta el día de hoy, la mayoría de los católicos laicos y muchos clérigos no pueden definir la palabra o sus implicaciones”, escribió Maier.
Aunque los sínodos tienen como objetivo fomentar la unidad, a Maier le preocupa que el Sínodo de 2023 solo traiga más confusión a los fieles de todo el mundo, especialmente después de las preocupaciones de cinco cardenales sobre la bendición de parejas del mismo sexo, la ordenación de mujeres y otras cuestiones controvertidas. Los temas fueron cerrados por el Vaticano a principios de esta semana.
Aunque Maier expuso las debilidades del Papa Francisco, tuvo cuidado de decir que las prioridades del Papa no siempre son necesariamente equivocadas. Además de señalar que las decisiones del Papa Francisco a veces conducen a más confusión y ambigüedad dentro de la Iglesia, Maier destacó las virtudes del Papa, incluido un profundo compromiso con la misericordia, la caridad, el cuidado de los pobres y excluidos, así como “una visión completamente bíblica sobre el cuidado de la creación”.
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Foto: philip-strong/unsplash