Sacerdotes molestos, ¿reggaetón “católico”?, hostias en platillos de papas fritas y un sinfín de incomodidades. Aquí se explica con claridad el Trigo y la Cizaña, por lo que es importante señalar algunos puntos débiles de la JMJ en su primer día y sobre todo: demostrar que amamos diciendo la verdad.
El día de ayer, se publicó una nota donde se expresaba la incomodidad de un sector del clero porque “durante el encuentro de los españoles en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), celebrada en Portugal, se ha llevado a cabo una Misa en la que se utilizaron boles de patatas fritas para repartir la comunión en vez de copones. Este inusual gesto ha generado sorpresa y debate entre los asistentes”.
InfoVaticana hizo todo un reportaje al respecto, explicando que por supuesto, esto es una falta de respeto al Santísimo Sacramento. “Según fuentes cercanas a la organización del evento, esta iniciativa buscaba transmitir un mensaje de humildad y sencillez, invitando a los jóvenes a reflexionar sobre el valor de los elementos materiales en la liturgia. Sin embargo, esta elección no estuvo exenta de polémica, ya que algunos consideraron que se trataba de una falta de respeto hacia los símbolos sagrados”.
Ante las críticas, los organizadores de la JMJ han aclarado que esta decisión fue tomada de manera consensuada y en pleno acuerdo con las autoridades eclesiásticas. Además, han destacado que la intención era promover un diálogo abierto y una reflexión profunda sobre la importancia de la fe y la espiritualidad en la vida de los jóvenes. Reflexionemos, entonces ¿qué tan conveniente es esto para el alma de aquellos jóvenes que viajan al encuentro con el Papa? ¿Sabrán ellos la importancia de los símbolos en la tradición de la Iglesia?
Como es normal, otros sacerdotes comentaron con indignación otros hechos sucitados en la Jornada Mundial de la Juventud. Uno de ellos fue el Pater Pablo en X (antes Twitter) donde opinó con pesar pero con mucha verdad sobre lo que estaba ocurriendo en Lisboa.
“Viendo el festival de ayer por la noche de la JMJ en Estoril, se escuchan varias canciones como: Tusa (Karol G), Quevedo Bzrp music sessions Vol 52, 6ix9ine (Bebé) y una creo que de Ozuna que no he sabido encontrar. Me parece tristísimo que en un encuentro católico se pongan estas músicas. Y dirán: pero también cantaron canciones muy bonitas (hubo de todo). Pues miren, qué quieren que les diga, si vamos a estar jugando aquí a los malabares, no cuenten conmigo”.
Y claro, la indignación del sacerdote viene a raíz de que siempre se confunde esta idea de que tenemos que ser muy “guays” o “cool” para poder acercarnos a la juventud. El poder hacerlo de manera dinámica no significa destruir las tradiciones, sino siendo auténticos. El joven no aprecia que haya guitarras y coreografías en las canciones de misa, lo que busca es autenticidad y verdad. Pruebas, conocimiento.
El Padre Pablo también aprovechó la ocasión para dejar de romantizar a las “ministras eucarísticas”, que están bien y ayudan mucho en las parroquias, pero que dejan en evidencia la falta de vocaciones sacerdotales.
Recordemos que la JMJ 2023 fue criticada por varias razones. Una de ellas, por promover la anticatólica Agenda 2030 y la otra, por las declaraciones de uno de sus principales organizadores, que dijo que “no pretendían convertir a nadie al catolicismo”.
Estas polémicas declaraciones llevaron a un inmenso debate, porque sí se contradecía con la misión de la Santa Iglesia Católica de Evangelizar. Fue viral hace casi un mes, en plenos preparativos para este evento.
A esto, un influencer católico colocó una excelente reflexión en Instagram:
“Algunas personas se han manifestado en contra de este evento por citar puntos de la nefasta y anticristiana Agenda 2030 (Que es real, ojo, no es conspiración) y por una desafortunada declaración de uno de los Obispos organizadores al que no le parece vital llamar a la conversión a los jóvenes participantes. Si estas fueran mis razones para dejar de ir a la JMJ, también tendría que dejar de ir a cualquier otra actividad de la Iglesia; pues como hemos visto en el Evangelio hace poco, el trigo de la cizaña crecen juntos y no nos toca a nosotros separarlos. O a los pescados buenos de los malos; -pero si te sirven un ceviche malogrado te avisaré, no porque odie al chef, sino porque no quiero que te enfermes o pienses que el ceviche tiene mal sabor porque Anti Herejes Social Club pero vuelvo al tema. Tuve la bendición de ir a la JMJ en Río y aunque al principio no me emocionaba tanto porque pensé que era “para católicos comprometidos de verdad” no como yo que recién aprendía un par de cosas, agradezco a Dios haber ido porque cambió mi entendimiento de la vida y de la Iglesia para bien y para siempre. Y ya en esa época había detractores; que solo van por el viaje, que no hay formación, solo bailes, que por qué mejor no donan la plata, que mejor era el otro Papa, etc. Quizás esta vez son más escandalosas las críticas pero si algo puedo asegurar es que ninguna cizaña -así lleve clériman- puede interponerse entre Dios y un corazón dispuesto a conocer a su Iglesia. Por eso rezo con mucha esperanza por los jóvenes que están en Lisboa, por los 4 o 5 que conozco pero también especialmente por los que no, porque si su experiencia es como lo fue la mía, probablemente nos encontremos más adelante en el camino. Por eso no puedo tomar como razón para no ir los errores humanos -que hemos tenido desde que éramos doce- así sean motivados por ignorancia humana o maldad demoníaca”
@TheChumbiman en Instagram
Pensemos bien sobre esta última idea. Es posible que no nos encante la forma, es posible que sea difícil amar a este Pedro, pero sigue siendo Pedro. Y el Papa, que es hombre, es quizá el que necesitas tú hoy para alcanzar la santidad.
—
Foto: shelagh-murphy/unsplash