La vicepresidenta Kamala Harris está “dolorosamente fuera de su elemento” cuando se trata de postularse a la presidencia, según el autor y analista conservador Lionel Shriver.
Shriver escribió recientemente que ella, como muchos votantes estadounidenses este año, es una “doblemente enemiga”, alguien que no apoya ni a Trump ni a Harris, en caso de que gane la nominación presidencial demócrata.
Según Shriver, Harris es una “intelectual ligera” que no puede pensar por sí misma y que a menudo no se prepara antes de las apariciones oficiales. También tiene fama de ser falsa y desagradable, y sus famosas “ensaladas de palabras” y su risa característica no le hacen ningún favor cuando se trata de popularidad.
“La forma en que Kamala ha abordado su principal tarea en la administración, el caos en la frontera sur, no ha sido simplemente ineficaz, sino inexistente”, añadió Shriver. “No ha habido ningún enfoque. Es memorable que, cuando hace un tiempo se le preguntó por qué nunca había visitado esa frontera, soltó su típica carcajada inapropiada y dijo: “Bueno, ¡yo tampoco he estado en Europa!”, aparentemente considerando la respuesta como una réplica ingeniosa”.
Shriver señaló que Harris ha dicho repetidamente que “la frontera es segura” a pesar de la evidencia obvia de lo contrario.
Shriver afirmó que Harris no es más que una elección de DEI por parte de los demócratas, destacando que la “obsesión de la vicepresidenta con la ‘identidad’” en lugar de la competencia es la única razón por la que llegó tan lejos en el mundo político.
“Como presidenta, estaría tan dolorosamente fuera de lugar que los izquierdistas progresistas que claramente han manipulado las políticas de Biden probablemente estén salivando, porque controlar la agenda de Kamala podría ser aún más fácil”, escribió Shriver.
Shriver agregó que nominar a Harris para presidente resultaría en una pérdida para los demócratas, ya que ella no es ni “serena” ni “moderada”, dos cualidades que, según Shriver, serían cruciales para tener alguna posibilidad de derrotar a Trump.
Sin embargo, según Shriver, es poco probable que los demócratas nominen a un candidato políticamente más neutral o competente, una perspectiva que, según ella, la deja “descontenta”, “resentida” y “consternada”.