El arzobispo Salvatore Cordileone de San Francisco busca crear conciencia sobre los mártires de la Iglesia que perdieron la vida como resultado de la ideología marxista revitalizando “la forma clásicamente católica de recordar [su] testimonio heroico”.
En un artículo de opinión publicado por la revista First Things el miércoles, el arzobispo Cordileone llamó la atención sobre el “efecto peligroso” de “nuestro fracaso en recordar a nuestros héroes y mártires del comunismo” y anunció varios planes para superarlo.
La razón principal por la que los católicos no han podido recordar adecuadamente a los mártires del comunismo, dijo, es que “nos hemos vuelto demasiado dependientes de los medios y artistas seculares para contar [su] historia”.
Para combatir este fenómeno, Cordileone anunció el lanzamiento de un nuevo proyecto plurianual para contar las historias de los mártires del comunismo a través de liturgia, himnos, pinturas, poesía, obras de teatro, videos y ensayos:
A medida que la cultura secular se vuelve más hostil, o simplemente indiferente, a la religión, es hora de redescubrir las artes como centro de evangelización. Una vez más debemos cantar nuestras propias canciones y contar nuestras propias historias, para que podamos compartir la verdad, la bondad y la belleza de la fe con el mundo.
El proyecto será llevado a cabo por el Instituto Benedicto XVI en colaboración con el museo de las Víctimas del Comunismo en Washington DC.
Cordileone también anunció el encargo de una nueva Misa del compositor católico Frank La Rocca titulada El Réquiem por los Olvidados, que se estrenará en la Iglesia de la Epifanía en South Miami el 15 de marzo. La Misa de réquiem se centrará particularmente en conmemorar a los católicos que “ resistió la persecución del comunismo soviético” en Ucrania.
“Durante siglos, la Iglesia Católica, con la ayuda de mecenas, encargó grandes obras de arte (pintura, escultura y música sacra para la liturgia) que han perdurado a través de los siglos y continúan enseñando y elevando almas hoy”, escribió el Arzobispo. Sin embargo, los cristianos que han pagado el precio máximo por su fe en los últimos 50 años no han impulsado el mismo nivel de “producción creativa”.
Citando un artículo reciente del activista nicaragüense de derechos humanos Biance Jagger, el Arzobispo señaló que la persecución religiosa por parte de los regímenes comunistas se lleva a cabo hoy de la misma manera que bajo los regímenes totalitarios de Rusia, Cuba y China en los siglos XX y XXI. : “Cierra la Iglesia, porque de lo contrario los olvidados y los perseguidos tendrán voz”.
Jagger declaró en su artículo para el Independent que es “hora de que el mundo despierte” ante la “brutal” persecución de los cristianos en Nicaragua por parte del régimen comunista Ortega-Murillo, que comparó con lo que “Castro hizo en Cuba durante los años 1960” y “a la purga de instituciones religiosas en la Unión Soviética llevada a cabo por Joseph Stalin”.
El Arzobispo escribió en conclusión:
El arco del comunismo puede ser largo y puede disfrazarse bajo diferentes nombres, pero comienza con la falsa promesa de que un gobierno sin Dios puede dar paso a la utopía y termina con la persecución de la Iglesia por atreverse a hablar contra la opresión en nombre de los olvidados.