Casi 400 niños de entre tres y seis años fueron enviados al ahora cerrado Servicio de Desarrollo de Identidad de Género (GIDS) del Reino Unido, financiado por los contribuyentes, según muestran los informes.
De este grupo, se informó que 73 niños remitidos al centro deshonrado tenían tres o cuatro años de edad.
“La clínica GIDS, dirigida por Tavistock y Portman NHS Foundation Trust en el norte de Londres desde 1989, no tenía un límite de edad inferior para las derivaciones”, indicó el martes el Daily Mail, con sede en el Reino Unido:
Las estadísticas producidas por el fideicomiso muestran el sorprendente crecimiento en el número de jóvenes vistos allí durante la última década, de 136 en 2010-11 a 3.585 en 2021-22.
Más detalles muestran que durante ese período fueron remitidos a la clínica 12 niños de tres años, junto con 61 niños de cuatro años, 140 niños de cinco años y 169 niños de seis años.
Como informó anteriormente CatholicVote, Tavistock dirigía “una instalación infame que brindaba la llamada ‘atención de afirmación de género’ a menores hasta que fue cerrada por el Servicio Nacional de Salud de Gran Bretaña (NHS) el año pasado”.
“La deshonrada clínica de género para niños de Tavistock atendía a niños de tan sólo TRES años”, escribió el miércoles la directora ejecutiva del Women’s Forum Australia, Rachael Wong, en X (antes Twitter).
“Esto es responsabilidad de la clínica y de los activistas, pero ¿dónde estaban los padres en todo esto?” Wong continuó:
La noción de identidades de género es ininteligible para un niño de 3 años.
Alguien ha proyectado esto sobre ellos.
Alguien también los trajo a la clínica.
Padres, POR FAVOR despierten por el bien de sus hijos.
The disgraced Tavistock children’s gender clinic was seeing kids as young as THREE.
— Rachael Wong (@RachaelWongAus) December 27, 2023
This is on the clinic and it’s on the activists, but where were the parents in all this?
The notion of gender identities is unintelligible to a 3-year-old.
Someone has projected this onto them.… pic.twitter.com/i8vj4Aa0av
“Ya no tengo fe en el sistema británico”, comentó el ex político británico James Wells (conocido profesionalmente como James Freeman). “¿Por qué debería hacerlo cuando se permite que esto suceda?”
I've no faith left in the British system. Why should I when this is allowed to happen?
— James Freeman (@james_freeman__) December 27, 2023
382 children aged six and under were referred to the Gender Identity Development Service (GIDS) run by the Tavistock and Portman NHS Foundation Trust in north London
https://t.co/5SBi391K71
Las prácticas del GIDS de Tavistock han sido ampliamente reprendidas en todo el espectro político. De hecho, la operación fue incluso criticada en The Guardian, periódico británico que suele defender al movimiento “transgénero”.
En un artículo de opinión de febrero que apareció en la publicación de izquierda, Rachel Cooke escribió favorablemente sobre la exposición de Hannah Barnes de la BBC sobre la instalación, “Es hora de pensar: la historia interna del colapso del Servicio de Género para Niños de Tavistock”.
“Un libro así no puede descartarse fácilmente”, afirmó Cooke:
Para hacerlo, una persona no sólo tendría que ser deliberadamente ignorante, sino que también –para usar el lenguaje popular de la época– tendría que ser terriblemente cruel. Esta es la historia del daño causado a potencialmente cientos de niños desde 2011, y quizás antes.
Cooke añadió que el relato periodístico de Barnes, que se basó en entrevistas con decenas de ex empleados de Tavistock, “parece una novela distópica”.
“Pero no lo es, por supuesto”, señaló. “Realmente sucedió y ella ha trabajado con valentía y sin escatimar esfuerzos para exponerlo. Para eso está el periodismo”.
CatholicVote señaló en septiembre que el “cierre de Tavistock en el Reino Unido era parte de una tendencia actual de los países europeos a tomar medidas para restringir los llamados procedimientos de ‘afirmación de género’ que se realizan a los niños”.