Republicanos del Senado exigen investigar a Obama por caso Trump-Rusia
Los senadores Lindsey Graham, RS.C., y John Cornyn, R-Texas, instan al Departamento de Justicia (DOJ) a designar un fiscal especial para investigar las acusaciones de que la administración Obama utilizó las agencias de inteligencia estadounidenses para fabricar la narrativa de la colusión entre Trump y Rusia después de la victoria electoral de 2016 del presidente Donald Trump.
“Nombrar un fiscal especial independiente sería un gran beneficio para el país en este caso”, dijeron los senadores en una declaración conjunta reportada por primera vez por FOX News el 24 de julio.
En una publicación en X del 24 de julio, Cornyn acusó a la administración Obama de inventar “todo el engaño de la colusión con Rusia… para subvertir la voluntad del pueblo estadounidense”.
La solicitud llega días después de que la Directora de Inteligencia Nacional (DNI), Tulsi Gabbard, publicara documentos recientemente desclasificados que, según ella, muestran que altos funcionarios de la era Obama manipularon la inteligencia para promover la narrativa de la colusión.
Como informó CatholicVote el 23 de julio, Gabbard afirma que los documentos proporcionan “pruebas irrefutables” de que el expresidente Barack Obama orquestó una “conspiración traicionera” para socavar la victoria de Trump en 2016. Añadió que ha remitido al expresidente al FBI y al Departamento de Justicia para su procesamiento penal.
El 23 de julio, el Departamento de Justicia anunció la formación de un “grupo de ataque” para revisar los documentos desclasificados y evaluar su posible criminalidad o irregularidad.
Aunque Cornyn y Graham no hicieron comentarios sobre el grupo de ataque, señalaron en su declaración que los fiscales especiales son funcionarios externos designados para supervisar casos políticamente sensibles y operan independientemente del fiscal general, según FOX News.
Según un informe del 23 de julio de The Hill, la oficina de Obama respondió a las acusaciones a principios de esta semana, afirmando que “nada” en el material publicado por Gabbard “socava la conclusión ampliamente aceptada de que Rusia trabajó para influir en las elecciones presidenciales de 2016 pero no manipuló con éxito ningún voto”.