Una carta firmada por legisladores estadounidenses busca el respaldo moral del nuevo Pontífice ante la brutal represión del régimen de Daniel Ortega contra la Iglesia Católica.
La llegada del Papa León XIV ha generado expectativas dentro y fuera de la Iglesia Católica. Apenas días después de su elección, un grupo de congresistas republicanos de Estados Unidos ha solicitado al nuevo pontífice que tome una posición firme frente a la persecución religiosa en Nicaragua, donde el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha convertido a la Iglesia en su principal enemigo ideológico.
La carta fue encabezada por el representante Chris Smith (R-NJ), presidente del Subcomité de Derechos Humanos Globales de la Cámara, y firmada por 10 legisladores republicanos. En ella, se insta al Papa a levantar la voz frente a las crecientes violaciones de derechos humanos, especialmente aquellas dirigidas contra sacerdotes, obispos y fieles católicos.
Los congresistas afirman que “las medidas tomadas por Ortega, como el cierre de emisoras católicas, el encarcelamiento de líderes eclesiásticos como Mons. Rolando Álvarez, y la expulsión de órdenes religiosas, constituyen un ataque sistemático contra la fe cristiana”. La misiva señala que el Vaticano, bajo el pontificado anterior, mantuvo una postura reservada que, según los firmantes, no logró frenar la brutalidad del régimen sandinista.
Por ello, apelan a que el Papa León XIV, quien comenzó su pontificado con un fuerte llamado a la unidad de la Iglesia y la defensa de los perseguidos, utilice su autoridad moral para exigir la libertad de los presos políticos y denunciar el autoritarismo de Ortega. “Su liderazgo puede dar esperanza a miles de nicaragüenses que sufren por su fe”, afirman los legisladores.
La historia de la Iglesia Católica incluye múltiples momentos en los que la Santa Sede ha intervenido moralmente en conflictos políticos. Desde la condena del nazismo por Pío XI hasta los esfuerzos de Juan Pablo II por derribar el comunismo en Europa del Este, los papas han jugado un rol crucial en la defensa de la libertad religiosa.
El caso de Nicaragua no es distinto. Desde 2018, el país vive una escalada de represión contra opositores y, en particular, contra la Iglesia Católica. Más de 3,000 organizaciones civiles han sido ilegalizadas, medios de comunicación clausurados, y figuras religiosas encarceladas o forzadas al exilio.
El Papa León XIV enfrenta desde el inicio de su pontificado una prueba decisiva. Su respuesta a esta carta podría marcar el tono de su liderazgo frente a los abusos de poder en el mundo. Aunque la diplomacia vaticana suele privilegiar la prudencia, las circunstancias actuales exigen una voz clara.
Mientras tanto, los firmantes de la carta aseguran que continuarán presionando desde el Congreso de Estados Unidos para que se adopten sanciones más severas contra el régimen de Ortega, y para que se proteja a los líderes católicos que siguen resistiendo desde la fe.