Una querida reliquia de Santa María Magdalena fue robada de la Catedral de la Magdalena en Salt Lake City, Utah, en la mañana del 10 de julio.
Según Intermountain Catholic, el robo fue descubierto alrededor de las 7 a.m. del 10 de julio cuando un miembro del personal encontró el relicario roto en el piso debajo del crucifijo.
Un comunicado de prensa de la diócesis de Salt Lake City enfatizó la naturaleza particularmente devastadora del robo de esta reliquia, amada por los católicos de Utah.
Santa María Magdalena es la santa patrona de la Iglesia Católica en Utah, y la diócesis de Salt Lake City es la única diócesis y catedral bajo el patrocinio de Santa María Magdalena.
La reliquia, traída a Salt Lake City en 1918 por el obispo Joseph S. Glass, ha estado guardada en el relicario durante más de un siglo. Se exhibe anualmente el Domingo de Pascua y el 22 de julio, solemnidad de Santa María Magdalena, invitando a los fieles a la oración en honor a la vida heroica de esta primera seguidora de Jesús.
El Reverendísimo Padre Martín Díaz, Rector de la Catedral, manifestó que esta lamentable pérdida parece ser un acto de robo más que de vandalismo.
“Se trataba de una persona que buscaba algo de valor para vender”, explicó el padre Díaz. “Es probable que haya cogido el relicario, pero una vez que lo sacó del estante no pudo sostenerlo, ya que es muy pesado. Una vez que lo abrieron, tomó lo único que parecía vendible”.
El padre Díaz enfatizó que se harán todos los esfuerzos posibles para recuperar esta preciada reliquia para el pueblo de Utah.
La Diócesis de Salt Lake City está colaborando con el Departamento de Policía de Salt Lake para recuperar la reliquia. La diócesis ha ofrecido una descripción de la reliquia desaparecida con la esperanza de que sea identificada y devuelta.
“La reliquia está contenida en un recipiente ovalado de metal y vidrio, colocado sobre terciopelo rojo, que no mide más de 25 cm de alto”, afirma el comunicado de prensa. “No tiene valor monetario, pero es inestimable para los católicos de Utah”.
Se ofrece una recompensa de $1,000 por su devolución o por información que conduzca a su recuperación, y la diócesis insta a cualquier persona que tenga información sobre su paradero a que se presente, con la seguridad de que no se harán preguntas.
“Mientras la comunidad católica se prepara para celebrar la festividad de María Magdalena el 22 de julio, lo hará con un profundo sentido de la pérdida de esta pequeña conexión histórica y física con su patrona”, concluyó el comunicado de prensa.