El senador Marco Rubio, republicano por Florida, escribió al presidente Joe Biden instándolo a condenar los cientos de ataques violentos contra las iglesias católicas del país en los últimos años.
“Escribo con respecto al dramático aumento de los ataques a iglesias católicas en todo Estados Unidos”, comenzó Rubio su carta al presidente.
“Estos ataques por motivos religiosos rara vez tienen consecuencias para los delincuentes y son parte de una tendencia más amplia de activistas fanáticos que atacan a las instituciones religiosas”, continuó el senador.
Exigió que Biden y su administración “se pronuncien sobre el creciente número de ataques a iglesias católicas y hagan de la investigación y el procesamiento completo de estos incidentes una prioridad urgente”.
La semana pasada marcó el ataque número 400 a una iglesia católica desde 2020. Hasta el martes por la tarde, se habían producido tres ataques desde entonces, lo que hace un total de 13 ataques este año calendario.
Rubio afirmó que “[142] de los ataques ocurrieron en 2020 y 2021”. Señaló que la violencia “se disparó aún más” tras la filtración de la decisión Dobbs en 2022 , con 143 ataques solo ese año.
“Estos ataques continuaron también hasta 2023, con más de 100 ataques”, añadió el republicano de Florida.
“Estos ataques no son aleatorios ni el resultado de un error temporal de juicio por parte de los perpetradores”, enfatizó Rubio: “Están motivados por una animosidad profunda y duradera hacia las instituciones religiosas y las personas de fe”.
“Cualquiera que piense o argumente lo contrario debería considerar los siguientes ejemplos”, continuó Rubio:
una mujer que prendió fuego a una estatua de la Virgen María, un individuo decapitó una estatua del niño Jesús y un perpetrador le cortó las manos a una estatua de Jesús. Estas horribles descripciones sólo cubren una parte de los incidentes en Nueva York, un punto crítico para la agresión anticatólica. Otros ejemplos incluyen un sacerdote atacado con un machete, una iglesia de 249 años de antigüedad incendiada y casi completamente destruida y, en Florida, un hombre estrelló una camioneta contra una iglesia católica y luego le prendió fuego con gente dentro.
“La Primera Enmienda protege explícitamente el derecho de cada individuo a ejercer libremente sus creencias religiosas”, subrayó Rubio.
Escribió que “la ola de ataques contra los católicos sugiere que a muchos activistas les gustaría que innumerables estadounidenses abandonaran su fe religiosa genuina y se sometieran a una pseudoreligión progresista e impía”.
“Independientemente de cualquier juicio de valor sobre los fines de ese objetivo, los medios han demostrado ser contrarios a la Primera Enmienda, antiestadounidenses y violentos”, añadió el senador.
“Le exijo que condene el creciente número de ataques a iglesias católicas y que haga de la lucha contra estos incidentes una prioridad urgente para su administración procesando a todos y cada uno de los infractores con todo el peso de la ley”, concluyó Rubio.