En su homilía durante la misa juvenil que precedió a la Marcha Nacional por la Vida del viernes, el padre James Glasgow instó a la gente a demostrar la misericordia de Dios en medio de la brutalidad del aborto.
El 24 de enero, los jóvenes católicos locales se reunieron en la Catedral de San Mateo Apóstol en Washington, DC, para la Misa de Jóvenes por la Vida, con el fin de celebrar su aprecio compartido por la vida. El evento incluyó Adoración Eucarística, reconciliación y varias presentaciones musicales, y concluyó con la celebración de la Misa.
El padre Glasgow, capellán del ministerio universitario de la Universidad George Washington, dijo que el llamado a la conversión y a “mirar hacia la Vida misma” son cruciales para que la sociedad se convierta en una que celebre la vida.
“¿Cuál es la respuesta de Jesús al pecador que sufre? No lo consiente… No lo condena, tiene compasión y llama a la conversión”, dijo el padre Glasgow. “Es a través de esta propuesta que el Señor nos ofrece a usted y a mí este camino para construir una cultura de la vida”.
El padre Glasgow también habló de la inmensa compasión de Cristo hacia los demás en medio de la batalla en curso para proteger la vida inocente y la necesidad de que las personas reflejen esa compasión cuando miran a las personas que han experimentado el aborto.
“La compasión y la misericordia no son la eliminación de las malas acciones humanas, sino el reconocimiento de que Cristo es más fuerte que las ataduras del pecado”, afirmó el padre Glasgow.
Mostrar misericordia es un desafío, pero es la única solución para cuidar a las madres que han tenido abortos, dijo.
“Cuanto mayor es el pecado, mayor es la necesidad de distinguir entre pecado y pecador, mayor es la necesidad de estar completamente convencidos del poder infinito de la misericordia de Dios”, afirmó.
Al mismo tiempo, el padre Glasgow instó a las personas a ser valientes en la defensa de la vida inocente.
“No deberíamos tener miedo de condenar algo que claramente va en contra de la justicia de Dios”, dijo el padre Glasgow. “Esto comienza con el aborto”.
El padre Glasgow señaló que la vida debe protegerse en todo momento y señaló que ninguna vida es más valiosa que otra.
“El cuidado de la vida en todas sus etapas debe verse como un proceso que se desarrolla y se construye a partir de la defensa de la vida en el útero”, afirmó. “No nos preocupamos por quienes sufren y por quienes son pobres a expensas del cuidado de los no nacidos”.