Como hijos pródigos, legisladores de San Francisco están pensando derogar una ordenanza que prohíbe que la ciudad contrate con empresas situadas en estados que restringen el aborto y que, según los autores de dicha norma, discriminan a las minorías. La ordenanza, que también prohíbe a los funcionarios viajar a dichos estados, tenía como objetivo que esos estados cambiaran sus políticas para no perder los beneficios de sus relaciones con San Francisco, lo cual, evidentemente, no ha ocurrido.
El Free Beacon informa que “San Francisco podría suprimir en breve una ley que impide a la ciudad contratar con estados rojos, y que los funcionarios admitieron esta semana que estaba elevando los costes para la ciudad”.
La nota señala que “una ordenanza municipal de 2016 impide a San Francisco contratar con empresas radicadas en estados que restringen el aborto y cuyas leyes, a juicio de los funcionarios municipales, discriminan a los homosexuales y a las minorías. La ordenanza, que también prohíbe a los funcionarios municipales de San Francisco viajar a los estados prohibidos, fue concebida como un boicot, con la intención de liberalizar los estados rojos privándoles de la gente y los negocios de San Francisco”.
“El boicot fue contraproducente. Un informe del 10 de febrero de la Oficina del Administrador Municipal reveló que la prohibición de contratar con los estados rojos ha incrementado los costes anuales de contratación de San Francisco hasta en un 20%. El boicot tampoco ha logrado que los estados rojos cambien sus leyes, como lo demuestra el hecho de que la lista negra ha crecido de solo 8 estados en 2017 a 30 estados en la actualidad”, agrega el Free Beacon.
Por ello, señala el medio, “un comité de la Junta de Supervisores de San Francisco aprobó esta semana una propuesta de derogación de la ordenanza, que ahora se dirige al pleno para su votación”.
“Las medidas de la ciudad podrían incitar a los demócratas del estado a reconsiderar una prohibición igualmente ineficaz en 23 estados rojos. La política dejó al gobernador Gavin Newsom (D.) en agua caliente el año pasado después de que viajó al rancho de sus suegros en Montana, un estado en la lista negra”, concluye la publicación.
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Foto: Pax Ahimsa Gethen / Wikimedia