Un programa de teología sagrada y nueva evangelización en el Seminario Mayor del Sagrado Corazón en Detroit ofrece a los sacerdotes nuevas formas de atraer a otras personas a la Iglesia.
La Arquidiócesis de San Francisco informó que un sacerdote de la Arquidiócesis, el P. Michael Liliedahl, actualmente cursa el programa de posgrado de cuatro años para convertirse en un experto en la nueva evangelización.
Varios papas han promovido la idea de una nueva evangelización para alentar a los católicos a profundizar su propia vida espiritual y adquirir una comprensión de la fe para atraer a otras personas a la Iglesia. El programa del Sagrado Corazón proporciona a los sacerdotes una forma concreta de lograrlo.
“El Papa Francisco dice continuamente que una Iglesia centrada en sí misma es una Iglesia que está muriendo”, dijo Liliedahl, según la Arquidiócesis. “Una Iglesia que se centra en el exterior está viva y crece en el Espíritu”.
El programa que está tomando Liliedahl ofrece un título eclesiástico en teología pastoral a través de la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino en Roma, según la Arquidiócesis. Además de enseñar a los sacerdotes sobre la nueva evangelización, el curso también está abierto a católicos laicos a través de la Universidad.
La Arquidiócesis informó que el programa es un híbrido de cursos en línea y clases de verano presenciales.
“Los cursos de filosofía pueden ayudar a los sacerdotes a comprender mejor los puntos de vista de aquellos que tal vez no conozcan, se resistan o se opongan por completo a una cosmovisión cristiana”, añadió la Arquidiócesis. “El programa de verano presencial brinda a los sacerdotes de toda América del Norte la oportunidad de compartir sus experiencias entre sí”.
Liliedahl dijo que la forma en que la Iglesia aborda la evangelización ahora es muy diferente a su enfoque en el pasado. Según él, la Iglesia evangelizaba proponiendo modos de comportarse, de creer y de pertenecer, en ese orden. Ahora, el proceso se ha revertido.
“Si vamos a pedirles que participen en la Trinidad, que en sí misma es un dar y recibir ese regalo total, primero debemos estar en relación”, dijo. “Primero, le das a la persona un sentido de pertenencia. Una vez que pertenecen y creen, eventualmente viene el comportamiento”.
“La educación continua de los sacerdotes es importante para que puedan comprender el mundo y cómo ministrar mejor en ese mundo”, concluyó.