Los delegados del Sínodo de la sinodalidad pasaron al cuarto y último segmento del sínodo el miércoles. Discutirán si los procesos o instituciones dentro de la Iglesia deben cambiarse para fomentar la sinodalidad en el futuro.
El Cardenal Jean-Claude Hollerich, Relator General del Sínodo, dijo que las conversaciones durante el resto del sínodo se centrarán en cinco temas principales: ver la autoridad de los funcionarios de la Iglesia como un servicio a los fieles; discernimiento común entre los fieles; examinar la sinodalidad de las instituciones de la Iglesia; estructuras de organizaciones que agrupan iglesias; y la posibilidad de utilizar el sínodo como experimentación para una mayor participación en la Iglesia.
“Ellos [los temas de conversación] son delicados porque tocan la vida concreta de la Iglesia y también el crecimiento y el dinamismo de la tradición: un discernimiento equivocado podría cortarla [la vida de la Iglesia], o congelarla. En ambos casos [un discernimiento equivocado] la mataría”, dijo Hollerich en la asamblea general del miércoles.
El arzobispo Gintaras Grusas, de Vilnius, Lituania, dijo que es importante centrarse en la relación de la sinodalidad con la evangelización durante las últimas reuniones.
“A medida que continuamos hablando sobre qué procesos, estructuras e instituciones se necesitan en una Iglesia sinodal misionera, debemos asegurarnos de que estos realmente ayuden a la misión de llevar la Buena Nueva a aquellos que necesitan salvación”, dijo. “La sinodalidad… debe estar al servicio de la misión evangelizadora de la Iglesia y no convertirse en un fin en sí misma”.
P. Timothy Radcliffe, OP, añadió que el proceso de cambiar los procesos e instituciones de la Iglesia es sólo otro ejemplo en la historia de la Iglesia de adaptación para servir mejor las necesidades espirituales de los fieles.
“Ahora consideraremos qué nuevos procesos, instituciones y estructuras se necesitan”, dijo. “Estas no serán soluciones a problemas de gestión sino expresiones más plenas de quiénes somos”.
Radcliffe continuó preguntando cuáles son las necesidades específicas de los fieles en el mundo actual.
“¿Qué instituciones necesitamos para expresar quiénes somos como hombres y mujeres de paz en una era de violencia, habitantes del Continente Digital?” preguntó.
Finalmente, el P. Dario Vitali, director de Teología Dogmática del Pontificio Instituto Gregoriano, dijo que la Iglesia necesita espacio para practicar la sinodalidad incluso después de que concluya el sínodo.
“Un ejercicio genuino de sinodalidad permitirá reflexionar reflexivamente –con paciencia y prudencia– sobre las necesarias reformas institucionales, procesos de toma de decisiones que involucren a todos y un ejercicio de autoridad verdaderamente adecuado para permitir el crecimiento de un Pueblo de Dios maduro y participativo”, dijo.