La surfista profesional Bethany Hamilton, madre de cuatro hijos, animó a miles de personas reunidas en la Marcha por la Vida el 24 de enero a ser una voz de esperanza para las mujeres que están considerando el aborto, ayudándolas a elegir la vida.
Hamilton, oriunda de Hawái, saludó a la multitud en Washington DC con un alegre “¡Aloha!”. La historia de esta surfista es una de notable valentía y resiliencia. A los 13 años y ya siendo una surfista competitiva, perdió su brazo en un ataque de tiburón. Pero al cabo de un mes, estaba de nuevo en el agua y surfeando. Dos años después, ganó un título nacional de surf.
Una de las frases famosas de Hamilton es: “No necesito algo fácil, sólo necesito algo posible”. En su sitio web , ella afirma que la gracia de Dios le ha permitido superar numerosos obstáculos difíciles.
En su discurso en la Marcha por la Vida, recordó que perder un brazo a los 13 años le cambió la vida por completo, y la hizo sentir caótica y confusa. Explicó que no creía que pudiera surfear con un solo brazo, hasta que otra persona le dio esperanza y ánimo.
“Me dieron la inspiración de que podía hacerlo y eso me dio el coraje y la valentía para hacer lo que no había visto a nadie más hacer: surfear con un solo brazo. Despertó en mí el deseo de intentarlo, de hacer algo que no había visto a nadie más hacer”, dijo.
Hamilton destacó lo importante que es contar con el apoyo de otras personas y pidió a los presentes pensar en la mujer que no cuenta con esa ayuda.
“Está luchando por tener esperanzas de que puede hacerlo. Le están diciendo mentiras de que no puede hacerlo y de que la vida no tiene valor”, dijo Hamilton. “Tiene miedo, está sola, está abrumada, siente que su vida está patas arriba. Le dicen que la muerte es mejor que la vida, pero ¿quiénes somos nosotros para elegir la muerte en nombre de otra persona?”
Hamilton dijo que cuando vio que su primera prueba de embarazo había dado positivo, ella también sintió que no podía hacerlo. Dijo que esa sensación la sorprendió, considerando que estaba felizmente casada y había sido criada en un hogar cristiano.
Pero, señaló, estaba en la cima de su carrera.
Ella comentó que “con mucha frecuencia ponemos nuestra carrera por delante de nuestros hijos, nuestra familia, nuestros seres queridos”.
Más adelante en su discurso, destacó cómo sus hijos han dado forma a todo su mundo.
“Ahora que soy madre de cuatro hijos, ellos son mi mayor alegría, la bendición más hermosa, son lo mejor de cada día”, dijo. “Sí, hay desafíos y sí, a veces es difícil, pero la belleza supera con creces el desafío. Y espero con ansias cada día poder servir a mis hermosos hijos y compartir la vida con ellos”.
Destacó que los niños son una bendición de Dios y que Dios está llamando a las personas a defender la vida, amar al prójimo y brindar compañía a las personas que se sienten tentadas a abortar.
“Cuando perdí mi brazo, alguien se acercó a mí y me dio esperanza, me recordó el amor de Dios y que tal vez había algo más en mi vida y que quién sabía qué era posible. Por eso, estas mujeres necesitan esperanza, necesitan aliento, necesitan luz en sus vidas y nosotros, como sociedad, debemos combatir las mentiras que les dicen todos los días”.
Hamilton alentó a los pro-vida a tener presencia en las redes sociales y contrarrestar las mentiras que circulan allí.
“Así que a todas las mujeres que sienten que no están listas para esto, recordémosles que estén dispuestas a intentarlo, a arriesgarse, a hacer lo que parece imposible”, dijo.
Para concluir, Hamilton instó: “Enviemos un mensaje de esperanza y amor a las mamás y a las futuras mamás, y a los padres, para que ellos también puedan decirse a sí mismos: ‘No necesito algo fácil, solo necesito algo posible’”.