El gobernador de Tennessee propuso destinar 100 millones de dólares a los centros de crisis de embarazo. En una muestra de lo llamó una obligación moral de apoyar a las familias, el gobernador también propuso, entre otras medidas, ampliar la cobertura de Medicaid para las mujeres embarazadas y los padres. Para que estas medidas se concreten, el presupuesto debe ser aprobado por la Asamblea General de Tennessee, de mayoría republicana en ambas cámaras.
Al respecto, Catholic News Agency informó que “el gobernador de Tennessee, Bill Lee, anunció el lunes en su discurso anual sobre el Estado sus planes para ampliar a 100 millones de dólares el apoyo a los centros de crisis para embarazadas del estado”.
“Pro-vida es mucho más que defender la vida de los no nacidos. No es una cuestión de política; se trata de la dignidad humana”, dijo Lee, en declaraciones citadas por la agencia de noticias.
“Además de aumentar la financiación para los centros de crisis para embarazadas”, señala la nota, “Lee también propuso ampliar la elegibilidad de Medicaid para las mujeres embarazadas y los padres, pedir al gobierno federal que cubra el coste de los pañales para los beneficiarios de Medicaid y conceder más tiempo de baja parental retribuida a los empleados estatales”.
La publicación también cita a Lee diciendo que “el año pasado se produjo un cambio significativo en este país en lo que respecta a la protección de la vida de los no nacidos. Ahora todos tenemos la oportunidad, la obligación moral, de apoyar a las familias fuertes de Tennessee”.
“Para entrar en vigor, el presupuesto propuesto por el gobernador debe ser aprobado por la Asamblea General de Tennessee, de mayoría republicana en ambas cámaras”, añade la publicación.
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Foto: Juan Encalada / Unsplash