Tiroteo en iglesia católica de Minneapolis deja 2 niños muertos y 17 heridos
Un tiroteo ocurrido el 27 de agosto durante la misa matutina en la Iglesia Católica de la Anunciación, en el sur de Minneapolis, dejó dos niños muertos y 17 heridos, catorce de ellos niños, según informó la policía. La misa se celebraba en la primera semana de clases.
El tirador, identificado por el Minneapolis Star Tribune como Robin (Robert) Westman, de 23 años, murió en el lugar de los hechos por una herida de bala autoinfligida. Una fuente informó al Star Tribune que la madre de Westman había trabajado en dicha Iglesia. Asimismo, podemos ver en los archivos, que la madre firmó y ayudó a su hijo a cambiarse el nombre, reforzando su disforia de género.
Un padre que presenció el ataque declaró al Star Tribune : «Él (el tirador) simplemente roció gas pimienta a través de las vidrieras hacia el edificio, de 50 a 100 disparos, y mató a dos niños. Esto es terrible. Esto es malvado. No sé cómo defenderse de esto».
El arzobispo Bernard Hebda de St. Paul y Minneapolis emitió un comunicado expresando su gratitud por las numerosas promesas de oraciones recibidas del Santo Padre, el Papa León, y de muchas personas de todo el mundo, todas orando por las familias de la Parroquia y Escuela de la Anunciación y por todos los afectados por la violencia sin sentido de esta mañana.
“Ruego las oraciones constantes de todos los sacerdotes y fieles de esta Arquidiócesis, así como las de todos los hombres y mujeres de buena voluntad, para que la sanación que solo Dios puede brindar se derrame sobre todos los presentes en la Misa de esta mañana, y en particular sobre las familias afectadas, que apenas ahora comienzan a comprender el trauma que sufrieron”, continuó el Arzobispo. “Elevamos las almas de quienes perdieron la vida a nuestro Dios amoroso por la intercesión de Nuestra Señora, Reina de la Paz”.
“Me parte el corazón pensar en los estudiantes, profesores, clérigos y feligreses y en el horror que presenciaron en una iglesia, un lugar donde deberíamos sentirnos seguros”, añadió. Si bien las comunidades deben trabajar para prevenir estas tragedias, dijo, “también debemos recordar que tenemos un Dios de paz y amor, y que es su amor lo que más necesitaremos al esforzarnos por abrazar a quienes sufren profundamente”.
La Arquidiócesis dijo que su personal “está trabajando con los equipos parroquiales y escolares para asegurarse de que tengan el apoyo y los recursos que necesitan en este momento y en el futuro”.
Asimismo, se ha expuesto las grabaciones y dibujos de manifesto que había dejado el asesino, quien por cierto se suicidó en el estacionamiento de la parroquia luego de perpetrar el ataque.
Lo que nos hace reflexionar es también que se dibujó en su diario como una persona con un arma y un demonio en el reflejo, con inscripciones en ruso que realmente llaman la atención una vez traducidas. ¿Será que estamos ante una posesión demoniaca?
El obispo auxiliar Kevin Kenney acudió rápidamente al Centro Médico del Condado de Hennepin, un centro de traumatología de nivel I, para orar con las familias tras el tiroteo. Declaró al Star Tribune que se reunió con al menos dos familias “solo para darles un poco de esperanza en una situación tan devastadora”.
Dijo que muchos niños esperaban con ansias noticias de sus hermanos. “Es horrible pensar que alguien esté disparando a escolares durante una misa”, dijo el obispo Kenney, describiendo a las familias con las que se reunió como “en estado de shock, incrédulas”.
El sitio web de la parroquia indica que la Iglesia de la Anunciación, fundada en 1922, ha sido un pilar del sur de Minneapolis durante más de un siglo. La escuela parroquial, dirigida por las Hermanas Dominicas desde 1923, llegó a tener más de 1100 alumnos matriculados en la década de 1960. El año pasado, atendió a unos 340 alumnos desde preescolar hasta octavo grado.
En su página de Facebook , la escuela católica declara su misión: «Creyendo que todas las personas necesitan un Salvador, estamos llamados a PROCLAMA la Buena Nueva y a ofrecer un encuentro transformador con Jesús. Como comunidad de sus discípulos, llenos del Espíritu Santo y amados por nuestro Padre Celestial, buscamos SER CRISTO en todo lo que hacemos».
La Arquidiócesis invitó al público a un servicio de oración a las 7 p. m. del miércoles en la Academia de los Santos Ángeles en la cercana Richfield.