Un panel de jueces del Tribunal de Comercio Internacional de los Estados Unidos emitió este miércoles un fallo que detiene de forma temporal los aranceles globales del 10% que la administración Trump había impuesto a casi todos los socios comerciales del país durante el pasado “Día de la Liberación”. La decisión también bloquea los aranceles adicionales aplicados a México, Canadá y China, que la Casa Blanca había justificado bajo el argumento del combate a la inmigración ilegal y el tráfico de drogas.
La sentencia representa un duro golpe para una de las herramientas más agresivas de la política comercial del segundo mandato de Donald Trump. Según el tribunal, el presidente excedió su autoridad legal al aplicar estas medidas amparándose en la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Nacional (IEEPA) de 1977. “El tribunal no interpreta que la IEEPA confiera una autoridad tan ilimitada y anula los aranceles impuestos en virtud de esta”, escribieron los jueces, quienes fueron nominados por los expresidentes Ronald Reagan, Barack Obama y el propio Trump.
La decisión subraya que los aranceles del 10% no pueden considerarse parte de una emergencia nacional, ya que apuntan a desequilibrios comerciales —un asunto que debe ser resuelto mediante legislación ordinaria, no mediante poderes de emergencia. Además, los magistrados señalaron que las medidas tomadas contra México, Canadá y China eran ilegales porque “no abordan amenazas establecidas en esas órdenes”, poniendo en duda la justificación de seguridad nacional utilizada por la administración.
La portavoz presidencial, Kush Desai, respondió con firmeza al fallo, anunciando que la administración apelará ante la Corte de Apelaciones del Circuito Federal. “Los déficits comerciales han creado una emergencia nacional que ha devastado comunidades estadounidenses. No corresponde a jueces no elegidos decidir cómo abordar una emergencia nacional”, afirmó Desai. “El presidente Trump prometió poner a América primero, y la administración está comprometida a usar todas las herramientas del poder ejecutivo para enfrentar esta crisis y restaurar la grandeza estadounidense”.
A pesar del respaldo firme de la Casa Blanca, los aranceles han sido objeto de críticas incluso dentro del círculo cercano al mandatario. Elon Musk, uno de los empresarios más influyentes del país y hasta hace poco titular del Departamento de Eficiencia Gubernamental, manifestó su preocupación por el efecto de los aranceles en los mercados financieros. Aunque Musk ha sido un aliado clave del presidente, su desaprobación se suma a la de varios economistas que alertan sobre el impacto de estas medidas en las cadenas de suministro y el comercio global.
El fallo judicial, además de abrir un nuevo frente legal, reaviva el debate sobre los límites del poder presidencial en materia económica. La decisión final podría terminar en la Corte Suprema, mientras la Casa Blanca insiste en mantener su línea dura en materia comercial como parte esencial del proyecto “América Primero”.