El presidente Donald Trump confirmó el miércoles que la semana pasada le pidió personalmente al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que retrasara cualquier ataque militar contra Irán, citando el progreso en las negociaciones nucleares lideradas por Estados Unidos con Teherán.
“Le dije que sería inapropiado hacerlo ahora porque estamos muy cerca de una solución”, dijo Trump en una conferencia de prensa en la Casa Blanca.
“Eso podría cambiar en cualquier momento”, añadió. “Podría cambiar con una simple llamada. Pero ahora mismo, creo que quieren llegar a un acuerdo. Y, si lo logramos, salvaríamos muchas vidas”.
Trump sugirió que un acuerdo nuclear podría surgir “en las próximas semanas”, enfatizando su impulso a un acuerdo diplomático que impida que Irán adquiera armas nucleares. Añadió que la situación podría resolverse “con un documento muy contundente”.
Estas declaraciones se producen en un contexto de creciente tensión entre Irán, Israel y Estados Unidos, ya que, según informes, Israel considera lanzar ataques preventivos contra las instalaciones nucleares iraníes. A pesar de la creciente presión, Trump sigue sosteniendo que la diplomacia sigue siendo la mejor vía de avance.
Rafael Mariano Grossi, del Organismo Internacional de Energía Atómica, reconoció el potencial para un acuerdo, afirmando que las negociaciones entre Estados Unidos e Irán reflejan “una voluntad de llegar a un acuerdo”, aunque advirtió que “el jurado aún no ha emitido su veredicto”.
El ministro de Asuntos Exteriores de Omán, Badr al-Busaidi, quien media en las conversaciones, informó la semana pasada de algunos avances, aunque no concluyentes, tras la quinta ronda de negociaciones. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, se hizo eco de la complejidad de las conversaciones y expresó un cauto optimismo de que «en las próximas una o dos rondas… podremos alcanzar soluciones que permitan el avance de las conversaciones».