El presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva el 6 de febrero que establece un nuevo grupo de trabajo destinado a abordar la “utilización del gobierno como arma anticristiana”.
Trump anunció en el Desayuno Nacional de Oración del 6 de febrero que firmaría la orden ejecutiva y que el “Grupo de Trabajo para Poner Fin a la Guerra contra los Cristianos” estará encabezado por la Fiscal General Pam Bondi.
“La misión de este grupo de trabajo será detener de inmediato todas las formas de persecución y discriminación contra los cristianos dentro del gobierno federal”, dijo el presidente , “incluso en el Departamento de Justicia, que fue absolutamente terrible. El IRS, el FBI, terribles, y otras agencias”.
El Presidente dijo que el grupo de trabajo también “trabajará para perseguir plenamente la violencia anticristiana y el vandalismo en nuestra sociedad y para mover cielo y tierra para defender los derechos de los cristianos y los creyentes religiosos en todo el país”.
Según un memorando de la Casa Blanca obtenido por el Washington Examiner, el grupo de trabajo revisará las “actividades de todos los departamentos y agencias para identificar y eliminar políticas, prácticas o conductas anticristianas”.
Los objetivos del grupo de trabajo incluirán identificar y abordar las lagunas en las leyes y su aplicación que han permitido que persistan las acciones anticristianas, como la falta de aplicación plena de las leyes contra la hostilidad, el vandalismo y la violencia dirigidas a los cristianos.
Además, el grupo de trabajo recomendará otras medidas presidenciales o legislativas necesarias para “corregir los errores del pasado y proteger las libertades religiosas de los estadounidenses”. Se presentará un informe anual sobre los avances logrados, junto con un informe final sobre las conclusiones del grupo de trabajo.
“La administración anterior se dedicó a atacar a los cristianos de forma flagrante, ignorando los delitos violentos y anticristianos”, afirmaba el memorando de la Casa Blanca. “El presidente Trump no tolerará este abuso del gobierno y está tomando medidas para garantizar que se identifiquen, eliminen y rectifiquen todas las conductas, políticas o prácticas anticristianas ilegales e inapropiadas”.
El memorando llamó la atención sobre varios casos en los que la administración Biden atacó a los cristianos, incluido el Departamento de Justicia presentando cargos por delitos graves contra cristianos pro vida por manifestarse pacíficamente frente a las instalaciones de aborto, mientras pasaba por alto numerosos ataques a iglesias católicas, organizaciones benéficas y centros pro vida, según el memorando.
El anuncio de la Casa Blanca también cita un memorando del FBI de 2023 que sugería que los católicos tradicionales representaban una amenaza de terrorismo interno, lo que dio lugar a llamamientos a la infiltración de iglesias católicas como parte de los esfuerzos de “mitigación de amenazas”.
La orden también acusó a la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo de Biden de intentar obligar a los cristianos a afirmar la ideología radical “transgénero” en contra de sus creencias, mientras que el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Biden buscó expulsar a los cristianos del sistema de acogida.