Una encuesta realizada la semana pasada mostró que el expresidente Donald Trump lidera por un estrecho margen a la vicepresidenta Kamala Harris en los tres estados en disputa de Michigan, Pensilvania y Wisconsin.
Según la encuesta de Trafalgar, Trump aventaja a Harris en Michigan por menos de medio punto porcentual, con el 47,0% de los votos, frente al 46,6% de la candidata demócrata.
Mientras tanto, en Pensilvania, Trafalgar descubrió que Trump también tiene un 47% en las encuestas, una ventaja de dos puntos sobre Harris, que tiene un 45%.
La misma encuesta mostró que Trump tenía una ventaja de un punto en Wisconsin: 47% frente al 46% de Harris.
El New York Post señaló que debido al margen de error de la encuesta, “cada uno de estos estados sigue estando estadísticamente empatado, lo que significa que, en última instancia, podrían inclinarse en cualquier dirección el día de las elecciones”.
El Post agregó: “Vale la pena señalar que el promedio de encuestas de RealClearPolitics actualmente muestra que estos tres estados se inclinan por Harris, y Michigan cambió de postura el 29 de agosto”.
El promedio de encuestas de FiveThirtyEight, que agrega los resultados de encuestas de varias empresas encuestadoras, muestra que Harris mantiene una ligera ventaja en Michigan, Pensilvania y Wisconsin, dentro del margen de error de casi todas las encuestas.
Sin embargo, Trump ha aumentado su apoyo en los tres estados en menos de una semana.
Según FiveThirtyEight, Harris lideraba a Trump por un promedio de 2,4 puntos porcentuales en Michigan el martes 3 de septiembre.
El miércoles 28 de agosto, Harris aventajaba a Trump allí por tres puntos usando el mismo promedio de encuesta, lo que demuestra que el candidato republicano ha mejorado en más de medio punto porcentual en Michigan en solo seis días.
En Pensilvania, Harris aventajaba a Trump por 1,2 puntos el martes, un margen menor a los 1,4 puntos que tenía seis días antes. En Wisconsin, Harris aventajaba a Trump por 3,2 puntos el martes, una diferencia menor a los 3,5 puntos que tenía el miércoles anterior.
CatholicVote informó la semana pasada que “muchos críticos de la derecha han expresado su preocupación por el hecho de que una serie de encuestas pueden haber sobremuestreado a los votantes demócratas y con tendencias demócratas a expensas de los votantes con tendencias de derecha”.
Los analistas electorales agrupan ampliamente a los tres estados clave del norte como parte del “muro azul” del Partido Demócrata.
En todas las elecciones presidenciales entre 1992 y 2012, Michigan, Pensilvania y Wisconsin votaron por el candidato demócrata.
En 2016, Trump derrotó por un estrecho margen y de forma inesperada a la fracasada candidata demócrata Hillary Clinton en los tres estados, todos por márgenes de menos de un punto porcentual.
El trío de estados fue decisivo para que Trump ganara sorpresivamente en el Colegio Electoral contra Clinton ese año. Si ella hubiera mantenido los tres estados para el Partido Demócrata, Clinton habría obtenido suficientes votos electorales para convertirse en presidenta.
Los analistas de la época atribuyeron en parte la victoria de Trump en los tres estados –todos ellos considerados parte del Cinturón del Óxido, otrora industrializado, del país– a sus políticas comerciales, consideradas entonces inusuales para un republicano.