Hace muchísimo tiempo los rituales de los judíos ultraortodoxos pasaron de la conspiración a la historia real. Una de las historias más trágicas que involucran a estos grupos es la de San Gabriel de Polonia, aquí te la contamos.
La ciudad de Nueva York está protagonizando en las últimas horas un extraño suceso que bien podría ser el guión de una película. En diciembre del año pasado se descubrió que una pequeña secta de judíos jasídicos había construido un elaborado sistema de túneles subterráneos secretos debajo de una sinagoga en Brooklyn. Muchos señalan que es una conspiración, pero se encontraron colchones y coches de niños.
El edificio en cuestión está ubicado en el 770 Eastern Parkway y es un pilar clave para la comunidad judía en la ciudad. Estos misteriosos pasadizos habían sido excavados ilegalmente bajo tierra durante mucho tiempo pero su descubrimiento provocó que el Ayuntamiento de la ciudad de Nueva York realizara ayer una inspección estructural de emergencia para asegurar que el edificio no corría peligro.
Cuando los operarios acudieron para sellar los túneles, los jóvenes fieles implicados en su construcción se opusieron y comenzaron a protestar, lo que se saldó con la llegada de la Policía y el arresto de 10 hombres por conducta delictiva, peligro imprudente y obstrucción de la administración. Motti Seligson, portavoz de la comunidad, dice que quienes han creado el túnel son “estudiantes extremistas”: “Esto es, obviamente, profundamente preocupante para el movimiento y para la comunidad judía en todo el mundo”, afirmó.
Según explican varios medios hebreos, estos pasadizos han sido el resultado de una disputa continua entre la comunidad de Chabad Lubavitch y una secta escindida más extremista y que tiene su origen en conflictos por la propiedad del edificio que alberga la sede. Hay que tener en cuenta que en este enclave simbólico trabajó durante mucho tiempo Menachem Mendel Schneerson, un líder del movimiento Jabad-Lubavitch que algunos consideran el rabino más influyente de la historia moderna. Los miembros del grupo disidente creen que Menachem Schneerson es el Mesías, mientras que el movimiento principal de Jabad lo niega.
El medio Jewish Chronicle explica que en 2006 un tribunal determinó que la comunidad dominante de Chabad Lubavitch tenía control sobre el edificio y un pequeño grupo de miembros del movimiento mesiánico comenzó la construcción de una red de túneles subterráneos para obtener acceso ilegal al edificio. Cuando Jabad descubrió la existencia de los túneles el año pasado, ordenó un camión de cemento para sellarlos, temiendo que el edificio resultara dañado estructuralmente. Estos intentos dieron lugar a las protestas y arrestos recientes.
Llama la atención es que desde el incidente, las autoridades aún no han proporcionado detalles oficiales de cuándo o por qué se construyó el túnel. Muchos especulan que estaban siendo utilizados con terroríficos propósitos de tráfico de menores.
El santo joven Gabriel nació en Zabłudów de padres campesinos piadosos, Peter y Anastasia Govdel, quienes lo nombraron en honor al Arcángel. Diferente a los niños comunes, Gabriel mostraba una inclinación hacia la oración y la soledad en lugar de las distracciones habituales.
Una tragedia golpeó a su familia cuando, un día, su madre llevó comida a su padre que estaba arando los campos, dejando al pequeño Gabriel de seis años en casa. En ese momento, un inquilino judío llamado Schutko pasó por allí y se aprovechó de la naturaleza confiada del niño, secuestrándolo.
Este secuestro tuvo lugar durante la Pascua judía, y San Gabriel fue llevado a los judíos de Białystok, donde lo sometieron a cruel tortura en forma de ritual de sangre. Lo crucificaron y utilizaron una herramienta especial para drenar su sangre durante nueve días.
Luego devolvieron su cuerpo sin vida a Zabłudów, donde arrojaron su cuerpo en un campo. Mientras perros hambrientos y aves rodeaban el cadáver, sus padres lo encontraron milagrosamente intacto. Con pesar lo enterraron y le brindaron un funeral cristiano ortodoxo.
Más de un siglo después, el cementerio donde fue enterrado estaba volviéndose abarrotado, y su tumba fue excavada accidentalmente. Los sepultureros vieron que su cuerpo sin vida estaba incorrupto, sin mostrar signos de descomposición a pesar del tiempo transcurrido.
En 1794, un incendio consumió la iglesia donde estaba enterrado, pero solo su mano resultó parcialmente quemada. Cuando sus reliquias fueron trasladadas al monasterio de Zabłudów, se descubrió que la mano herida había sido milagrosamente restaurada.
San Gabriel de Polonia fue canonizado el 13 de septiembre de 1820 y sus reliquias fueron devueltas a Białystok en 1992.
¡Que el Niño Mártir Gabriel ore a Dios por nosotros!