La reciente investigación sobre la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha revelado una preocupante infiltración de fondos públicos en proyectos ideológicos que favorecen a la izquierda radical en diversos países.
A medida que el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) liderado por Elon Musk intensifica la fiscalización del gasto federal, USAID se encuentra en el centro de la controversia por su papel en el financiamiento de movimientos políticos y medios afines a gobiernos de tendencia comunista.
Elon Musk calificó a USAID como una “organización criminal” y denunció que esta agencia no solo ha despilfarrado dinero de los contribuyentes estadounidenses, sino que ha financiado investigaciones de armas biológicas, incluyendo el COVID-19. La Administración Trump está evaluando seriamente la disolución de USAID o su fusión con el Departamento de Estado bajo la dirección de Marco Rubio. Políticos como el senador Rand Paul han respaldado la abolición total de la agencia y la eliminación de la ayuda exterior, dado que apenas un 10%-30% de los fondos realmente llegan a asistencia humanitaria.
USAID is a criminal organization.
— Elon Musk (@elonmusk) February 2, 2025
Time for it to die. https://t.co/sWYy6fyt1k
El congresista Brian Mast se sumó a las críticas afirmando que USAID ha sido utilizada como un “instrumento de corrupción y manipulación política” en América Latina. Mast subrayó que esta agencia ha destinado fondos no solo a medios y ONGs de izquierda, sino también a organizaciones que han promovido disturbios y crisis institucionales en países clave de la región. “Los estadounidenses no deberían estar financiando la destrucción de democracias en el extranjero bajo el pretexto de la ayuda humanitaria”, expresó el congresista.
La abogada y periodista Amanda Santizo reveló en una entrevista con VotoCatólico que USAID ha financiado grupos subversivos en Guatemala, ligados al partido Movimiento Semilla del presidente electo Bernardo Arévalo. Según Santizo, estos grupos han bloqueado el país utilizando a mujeres y niños como escudos humanos en un intento de desestabilizar la democracia guatemalteca. La investigación de la periodista demostró que fondos de USAID fueron canalizados a través de ONGs con el pretexto de “defender la representación de los pueblos indígenas”, pero en realidad sirvieron para financiar actos de violencia y fraude electoral.
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Además, Santizo denunció que USAID ha utilizado estas ONGs para infiltrar operadores políticos en el sistema judicial guatemalteco, promoviendo jueces y fiscales afines a la izquierda globalista. Documentos filtrados revelan que, a través de la Fundación Soros y otras entidades financiadas por USAID, se han orquestado protestas masivas para desestabilizar al gobierno y facilitar la llegada de agendas extranjeras a la nación centroamericana. Esta interferencia ha sido clave para la persecución de opositores políticos y el silenciamiento de voces conservadoras en los medios de comunicación del país.
Santizo también expuso cómo USAID ha trabajado de la mano con organizaciones como el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para presionar al gobierno guatemalteco con demandas internacionales fabricadas, debilitando así las instituciones nacionales en favor de organismos controlados por intereses globalistas.
En Perú, la influencia de USAID también ha sido evidente. Según su propia página, USAID ha destinado más de 144 millones de dólares a medios de comunicación y ONGs con marcada tendencia izquierdista. Investigaciones del periodista Paolo Benza expusieron que a través de IDEA Internacional, con Percy Medina como figura clave, USAID canalizó aproximadamente 7.5 millones de dólares al proyecto “Diálogo Político en Perú” (2023-2024) y 2.3 millones de dólares al programa “Expresión Ciudadana en Perú” (2021-2023).
Estos fondos han servido para fortalecer una narrativa izquierdista en los medios peruanos, los cuales han apoyado abiertamente la candidatura de Pedro Castillo y posteriormente, el gobierno de Dina Boluarte. La actual mandataria permite la impunidad de Vladimir Cerrón, líder comunista del partido Perú Libre y prófugo de la justicia, mientras el país se sumerge en una ola de violencia sin respuestas contundentes por parte del Estado.
A continuación, se detallan los medios financiados por USAID en Perú, organizados en dos programas clave:
Estos medios han impulsado campañas en favor de la izquierda comunista y promovido narrativas alineadas con las agendas globalistas que USAID ha financiado en toda la región. Esto sin mencionar la iniciativa “Ama Llulla”, que fue financiada por el PNUD
Las investigaciones de medios independientes han demostrado que USAID ha sido una herramienta de infiltración ideológica disfrazada de ayuda humanitaria. A medida que la Administración Trump y el equipo de Elon Musk intensifican la auditoría del gasto público, es probable que se revelen más detalles sobre cómo USAID ha operado en América Latina para desestabilizar gobiernos y promover la agenda progresista.
El llamado es claro: los contribuyentes estadounidenses deben exigir la fiscalización de estos fondos y el fin del financiamiento a movimientos y medios que buscan socavar la democracia en la región.