Se proyecta que Virginia Occidental apruebe una enmienda constitucional que prohibirá la práctica del suicidio asistido, la eutanasia y la muerte por “misericordia” en el estado.
La Enmienda 1 es una medida para prohibir estos actos letales en el estado, como informó anteriormente CatholicVote .
En el momento de la publicación, según Ballotpedia, los resultados no oficiales de la medida indican que se aprobará por un estrecho margen. Con el 95% de los distritos electorales informados, la medida cuenta hasta el momento con el 50,44% de los votos a favor y el 49,56% de los votos en contra.
En octubre, el obispo Mark Brennan de la Diócesis de Wheeling-Charleston, Virginia Occidental, escribió una carta pastoral sobre varios peligros del suicidio asistido y alentó a los votantes a apoyar el Referéndum 1.
“Nuestras vidas son un regalo que no ganamos pero que debemos valorar”, escribió.
El apoyo de los votantes de Virginia Occidental a la prohibición constitucional del suicidio asistido marca un marcado contraste pro-vida con estados como Oregón y países como Canadá, Bélgica y los Países Bajos, donde esta práctica mortal es legal.
En su carta de octubre, el obispo Brennan había mencionado el continuo empeoramiento de las condiciones en Oregón y Canadá, y señaló que en países como Bélgica y los Países Bajos, “la marcha de la muerte ha seguido avanzando” desde que se legalizó la práctica.
“¿Dónde termina el suicidio médicamente asistido? En más y más tumbas”, escribió el obispo Brennan, y luego instó a “tomar en serio la cuestión del suicidio médicamente asistido”.
En una declaración del 6 de noviembre sobre la aprobación prevista de la enmienda, el obispo Brennan enfatizó que los votantes han priorizado abrazar a los miembros de la familia en lugar de rechazarlos.
“Estamos agradecidos de que los votantes de Virginia Occidental hayan elegido amar, cuidar y consolar a sus familiares en lugar de dejarlos de lado”, dijo el obispo Brennan en una declaración enviada por correo electrónico a CatholicVote.
Añadió: “Todos y cada uno de nosotros es un regalo de Dios y depende de nosotros valorar ese regalo hasta que regresemos a Él según Su divina voluntad”.