El estado de Washington ha dado la espalda a las jóvenes atletas. El Senado estatal rechazó una propuesta de sentido común que habría protegido la integridad del deporte femenino, al impedir que varones biológicos compitieran contra mujeres en competencias escolares.
La enmienda, propuesta por la senadora republicana Nikki Torres, tenía como objetivo garantizar que las competencias deportivas se mantuvieran justas y seguras para las niñas. Sin embargo, los demócratas en el Senado votaron en bloque para bloquear la medida, priorizando una ideología radical sobre la realidad biológica y el sentido común.
“Lo que intentamos hacer era proteger los deportes para niñas”, dijo la senadora Torres. “Las niñas merecen igualdad de oportunidades, y permitir que compitan contra varones biológicos simplemente no es justo ni seguro.”
La preocupación por esta injusticia no es nueva. A lo largo del país, cada vez más padres, entrenadores y atletas femeninas alzan la voz ante la creciente tendencia de permitir que hombres biológicos, que se identifican como mujeres, compitan en deportes femeninos. Esta práctica no solo pone en desventaja a las atletas que han entrenado arduamente durante años, sino que también puede representar riesgos físicos reales en deportes de contacto.
A pesar del rechazo de la propuesta, el debate continúa. Las encuestas muestran que una mayoría de los estadounidenses —incluyendo demócratas, republicanos e independientes— apoyan la idea de mantener la competencia deportiva separada por sexo biológico, especialmente en las categorías juveniles y escolares.
El fracaso de esta medida es un claro recordatorio de lo desconectados que están algunos legisladores de las preocupaciones reales de las familias. En lugar de proteger a nuestras hijas, prefieren complacer a activistas ideológicos.
Los padres en Washington, y en todo el país, deben mantenerse alerta y seguir luchando por el derecho de sus hijas a competir en condiciones justas. El deporte femenino merece respeto, protección y justicia.