Un grupo de transexuales y activistas pro LGBTIQ+ protestaron fuera del Ministerio de Salud del Perú, en Lima, bajo el lema “Nada Que Curar”, pero, ¿realmente no hay nada que tratar? Aquí lo explicamos.
El Ministerio de Salud del Perú emitió un comunicado donde explicó que el CIE-10 sigue vigente en ese país en tanto se realice la implementación progresiva del CIE-11 (que ya no contempla la disforia como trastorno). Como señalamos en un artículo anterior, estos documentos están supeditados a la OMS que pertenece a la ONU – o sea, son más políticos que científicos.
El punto 6 de este comunicado reafirma categóricamente el respeto de la dignidad de la persona humana, razón por la cual se hizo esta modificación en el Plan Esencial de Aseguramiento en Salud (PEAS), simplemente para poder darle cobertura y tratamiento a las personas que así lo deseen por sufrir del trastorno mental conocido como disforia de género.
A pesar de estas aclaraciones, los colectivos decidieron salir a protestar, a pesar de que no se les ataca en ningún momento. Pero ojo aquí: esta marcha fue absolutamente política, exigiendo no solo que se cambie esta denominación, sino que cubran su hormonación y mutilación con dinero del Estado. Según ellos es “retrógrada” que aún no se les de la “atención en ‘afirmación de género’ correcta”.
Entre los defensores de “afirmar” el delirio de quienes sufren este trastorno, se encuentra Susel Paredes, una congresista lesbiana que siempre ha militado e intentado legislar (nunca lo ha logrado) en favor del colectivo multicolor. Sin embargo, como podemos recordar, su asesor Marvin Gianinni Gómez Gonzales, conocido como “Tiffany Gómez Gonzáles” fue condenado el jueves 24 de agosto a cadena perpetua por el delito de violación sexual en agravio de dos menores de edad. Pueden ver la nota completa del semanario aquí:
Esta manifestación se dio en el marco del Día contra la Homofobia, Bifobia y Tranfobia, cosas que no existen pero usan políticamente para sus fines. Saquemos nuestras propias conclusiones.